Este verso bíblico contiene una verdad extraordinaria que alienta nuestra fe y esperanza. Pablo afirma “sabemos”, lo que no es un simple conocimiento intelectual, sino que lo ha experimentado en su propia vida. Muchísimas veces vivió dificultades, traiciones, lágrimas, golpes, pero siempre pudo ver cómo el Señor llevaba a cabo su propósito en su vida.