PEDRO, ACERCÁNDOSE A JESÚS LE PEGUNTÓ: -SEÑOR, ¿CUÁNTAS VECES DEBERÉ PERDONAR A MI HERMANO SI ME OFENDE? ¿HASTA SIETE VECES? -JESÚS LE CONTESTÓ: -NO TE DIGO HASTA SIETE VECES, SINO HASTA SETENTA VECES SIETE.
Mt.18
AMAR A DIOS ES APRENDER A PERDONAR: En nuestro diario vivir se presentan roces, ofensas, dolores y resentimientos, esto es propio de la convivencia humana ya sea en el hogar o fuera de casa. El corazón se llena de resentimientos e ira y la razón de argumentos para enojarse. Pero cuando Jesús vino a la tierra enseñó a sus discípulos la forma de perdonar. Aún en la misma cruz al ser colgado en medio de dos malhechores y ser vituperado por todos, Él no pidió venganza para los que lo ofendían, sino que clamó: “PADRE, PERDÓNALOS, PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN”
El perdón es una manera de mostrar que amamos a Dios. No es fácil algunas veces, pero cuando recordamos todo lo que el Señor nos ha perdonado, podemos tener compasión y misericordia con el que nos ha ofendido. Recordemos la oración que Jesús nos enseñó: “PERDÓNANOS EL MAL QUE HEMOS HECHO, ASÍ COMO NOSOTROS HEMOS PERDONADO A LOS QUE NOS HAN HECHO MAL” Mt 6.12
¿Cuántas veces debo perdonar? Jesús al usar la expresión: “setenta veces siete”, está diciendo que para el perdón no debe haber límites. Por lo tanto, debemos tomar la decisión de perdonar completa y perfectamente, tal como el Señor nos perdona a nosotros, sin límites.
CONCLUSIÓN: Pedir y otorgar perdón es fundamental para que la familia y el cuerpo de Cristo se mantenga unido. Mientras no haya perdón, no hay restauración.
REFLEXIÓN. Revisa tu corazón y mira si todavía tienes algún resentimiento contra algún pariente, amigo, hermano, jefe, compañero. Si es así, toma la decisión de perdonarlo aún si esa persona no te pide perdón o no se arrepiente. Perdonar nos libera y nos restaura.
ORACIÓN: SEÑOR RECONOCEMOS QUE, EN NUESTRAS FAMILIAS, TRABAJOS, RELACIONES INTERPERSONALES HAY TODAVÍA RESQUEMORES Y RESENTIMIENTOS, PERDÓNANOS, PERO TAMBIÉN AYÚDANOS Y ENSEÑANOS A PERDONAR COMO TÚ LOS HAS HECHO CON NOSOTROS. GRACIAS POR LA LIBERTAD DE TU PERDÓN. ¡EN CRISTO JESÚS, AMÉN!!