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Viviendo el fruto del Espíritu en familia

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El Espíritu guía a la familia a encontrar al salvador
2 de noviembre de 2020
El Espíritu renueva la convivencia familiar
16 de noviembre de 2020
Publicado por admin y 9 de noviembre de 2020
Categorías
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Tags
  • Altar
  • Dios
  • Espíritu Santo
  • familia cristiana

Estas cartas el Apóstol Pablo las envía a la iglesia, y como tal, la iglesia está compuesta de familias. Uno de los consejos que Pablo da a las familias de la iglesia es: “Andad en el Espíritu” (16) Algunas personas piensan que andar en el Espíritu es estar orando todo el tiempo, o hablar en lenguas espirituales, o incluso vivir ayunando siempre. Pero en este capítulo Pablo aclara que es vivir en Espíritu. Por un lado, era vivir no bajo la ley que querían imponer los religiosos; de otro lado era, no vivir en los deseos humanos que contradicen la voluntad de Dios; y en tercera instancia, vivir el fruto del Espíritu Santo.


Son nueve frutos que no es suficiente saberlos de memoria, o pensar que son para otros y no para mi vida; estos frutos son para integrarlos a la vida diaria, y de este modo podremos andar en el Espíritu como enseñó Pablo. El fruto del Espíritu es como un racimo de virtudes personales que alegran y embellecen la vida de las familias, estas virtudes son: “Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza”. Pero, ¿Por qué son importantes?

La importancia del fruto del Espíritu es que, quien lo experimenta, comienza a vivir como a Dios le agrada; aún más, vive conforme al carácter de Cristo. Es amar como Cristo amó, ser manso y humilde como el Señor (Mt 11. 29) vivir con la alegría y bondad del Señor. Este fruto se vive internamente en el corazón y las actitudes, es algo que se incorpora a la vida misma; y como se lleva en el interior, pasa a ser como una fuente interior que salta para vida eterna (Jn 7.37-38)

Vivir así, permitirá que las familias vivan mejor, sin tantos conflictos de carácter y de temperamentos, porque el Espíritu controla y dirige a las personas. Es vivir la paz del Espíritu, es vivir con la paciencia del Espíritu, y eso sí que, nos ahorraría problemas familiares, que se dan cuando el Espíritu no gobierna el corazón de la familia.

¿Cómo familia, andamos en el Espíritu?
¿Cuáles son los tres frutos que necesito con más urgencia?
¿Cuál fruto debo cultivar más para beneficiar a mi familia?

Ps : Mario Villamarin Riaño

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admin
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