“Te ruego, Oh Jehová, esté ahora atento tu oído a la oración de tu siervo, y a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre; concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia...” (v.11).
El capítulo 1 de Nehemías destaca, por encima de muchas otras cosas, la pasión, el compromiso y la solidaridad de este varón de Dios, con sus hermanos que ya habían regresado a Jerusalén, después de varias décadas de exilio.
Esdras, Zorobabel y otros líderes habían ya restaurado el templo, el culto y los servicios religiosos en la capital de Judá. Ahora, Nehemías veía necesario, y lo sentía como un llamado de Dios, ir y restaurar los muros de la ciudad, para que Jerusalén estuviera de nuevo protegida y pudiera seguir progresando en esta nueva etapa tras la cautividad.
Algo similar ocurre ahora con nuestra congregación. Los pastores y líderes regresaron hace varios meses a restaurar el culto y los servicios religiosos, tras la crisis de la pandemia y las cuarentenas. Avanzaron mucho en esa tarea y nos dieron un gran ejemplo. Pero aún quedan muchas cosas por “reconstruir” en nuestro templo. Muchos ministerios están parados o funcionando a medias. Se requiere de la participación de todos nosotros, de cada uno en particular, para echar a funcionar de manera plena cada área de servicio. Pero, además, para adaptar, ajustar o “reinventar” cada ministerio a la nueva normalidad.
Esos son los muros que Dios nos da para reconstruir desde ahora mismo. Y cada uno de nosotros somos un Nehemías. Se requiere de nosotros pasión, compromiso, solidaridad, entrega. Debemos ponernos manos a la obra. Tomar las herramientas (dones, talentos, fe) que Dios nos ha dado, y levantar esos muros que convertirán a nuestra Jerusalén (nuestra congregación) en una fortaleza, mejor incluso que la de antes de la pandemia. ¡A trabajar se dijo!
¿Cómo te gustaría ver a nuestra congregación en esta nueva etapa tras las cuarentenas?
¿Cuál podría ser tu aporte en el trabajo que se requiere ahora para restaurar y mejorar cada área de servicio?
¿Estás listo para empezar el trabajo, o qué crees que te pueda detener?