Tomó en sus manos los panes y los pescados y, mirando al cielo, pronunció la bendición y partiéndolos, los dio a los discípulos y ellos los repartieron entre la gente.
Mateo 14.19; 15.36 …
El Señor preocupado para que sus hijos no desfallezcan de hambre física provee pan, atiende nuestras necesidades FÍSICAS, 5.000 y 4.000 hombres más sus familias en dos ocasiones diferentes fueron satisfechos, igual que lo hace hoy con nosotros. El Señor da gracias al Padre y luego nos alimenta, El Señor es el pan de vida. Él mismo nos enseñó a solicitar al Padre la satisfacción de nuestra necesidad diaria. Mateo 6.11 “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy«.
Previo a su muerte y resurrección, invitó a sus discípulos y nos invita hoy a participar de su cuerpo y su sangre, y “Mientras comían, Jesús tomó en sus manos el pan y, habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se lo dio a los discípulos, diciendo: —Tomen y coman, esto es mi cuerpo”. Cristo es el pan de vida. Él satisface también nuestra necesidad ESPIRITUAL, Mateo 26.26. Semanalmente disfrutamos nuestra hermandad, participando juntos de la mesa del Señor.
“Cuando ya estaban sentados a la mesa, tomó en sus manos el pan, y habiendo dado gracias a Dios, lo partió y se los dio. En ese momento se les abrieron los ojos y reconocieron a Jesús” Lucas 24.30, 31. Los caminantes de Emaús, estaban tristes, el Señor los consoló. El Señor satisface nuestras necesidades ESPIRITUALES, EMOCIONALES Y PSICOLÓGICAS.
Rvdo. Luis Eduardo Palacios
Pastor de feligresía