Lo que hacían los primeros cristianos muestran numerosos rasgos esenciales que debemos imitar:
LLENARSE DEL ESPÍRITU SANTO. Los cristianos hablamos de Dios porque lo experimentamos. Ninguna organización humana tiene el Espíritu Santo, solo la IGLESIA.
Cristo nuestro Señor, prometió su Espíritu para que La Iglesia se llena del Espíritu Santo y así tenga el poder de Dios.
OFRECER UNA VERDAD QUE TRANSFORMA. La iglesia ofrecía la verdad del Evangelio que tiene el poder de cambiar vidas. Cuando la Verdad de Dios (Cristo) entra en nosotros, es cuando nos transformamos.
CREAR COMUNIDAD Y VIVIR EN COMUNIÓN. Para que experimentemos el poder del Espíritu Santo como Iglesia, debemos convertirnos en familia. Mateo 18:20 Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. La Iglesia celebraba la Cena del Señor conmemorando y recordando “con alegría y sencillez de corazón”.
COMPARTIR SEGÚN LA NECESIDAD. “Los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común; …y distribuían entre todos, según la necesidad de cada uno”. (Hechos 2. 44, 45). La Biblia nos enseña a ser generosos.
Rvdo. Luis Eduardo Palacios
Pastor de feligresía