La iglesia nació en una casa, una casa donde habitaba la familia, como es común en cualquier lugar y época de la historia. Eso significa que la familia, o las familias que allí habitaban, fueron tocadas por el Espíritu Santo, y que, juntamente con el nacimiento de la iglesia, el Espíritu dio origen a un nuevo modelo de familia. Veamos algunas de sus características:
En la familia el Espíritu obra para arrepentimiento y manifestación de la gloria de Dios, fue en una casa de familia que comenzaron a hablar nuevas lenguas. El Espíritu hace que las familias vivan una novedosa espiritualidad: Eran bautizados, seguían las enseñanzas de Jesús y los apóstoles, vivían una nueva comunión, oraban con nueva inspiración y compartían la Mesa del Señor (2. 41-42) El Espíritu trajo una nueva forma de vivir a las familias, que antes no habían experimentado, porque el Espíritu del Señor tiene autoridad para renovar las familias.
Hubo otros elementos que trajo el Espíritu, veamos: El Espíritu puso obediencia a Dios en el corazón, experimentaron milagros y señales divinas, comenzaron a compartir todas las cosas, compartían y comían el pan juntos en las casas y a las familias les sobrevino la alegría.
Si bien Dios obra en el templo los domingos, no olvide que su propia casa y familia es el lugar donde el Espíritu quiere actuar hoy, En medio de las crisis y las pandemias, hoy más que nunca, el Espíritu quiere obrar los milagros de Dios. Dios por su Espíritu está anhelando obrar en cada familia donde se unen para orar y compartir la Palabra de Dios. En el altar familiar donde se comparte la Cena del Señor el Espíritu se hace presente para impartir comunión, perdón, arrepentimiento, y para que en casa puedan vivir la alegría del Espíritu.
Decirle sí al Espíritu Santo en la familia, es decir sí a la gloria de Dios, es decir sí a una nueva familia y decir sí a que Dios realice el milagro que usted está esperando.
¿Cómo le damos libertad al Espíritu de Dios?
¿Pueden discernir como familia, dónde es que necesitan que el Espíritu renueve y transforme su hogar?
¿Qué he hecho yo, que impide el mover del Espíritu?
Ps: Mario Villamarin Riaño