Las decisiones que otros tomen y las que nosotros tomamos afectan nuestra vida de manera profunda para bien o para mal. Es por eso que hoy vamos a reflexionar en las DECISIONES de una familia en el libro de Rut. Elimelec, esposo y padre de familia, vive en Belén con su esposa y sus dos hijos, pero llega una época de hambre y decide marcharse de su tierra a Moab, sin consultar con el Señor. Esta decisión trajo graves consecuencias para la familia: Murió Elimelec, sus hijos se casaron con mujeres moabitas (lo cual era prohibido por el Señor), ellos también mueren y quedan tres mujeres viudas y desamparadas.
Cuando enfrentamos una crisis o dificultad, nuestro primer impulso es HUIR y eso nos puede causar mucho dolor. A veces frente a la repentina enfermedad de la esposa, el hombre decide marcharse sin tener en cuenta los años que ella ha dedicado a luchar a su lado; otras veces los hijos al enfrentar la realidad de sus padres ancianos y enfermos, los alejan de sus vidas y los llevan a casas de cuidado, olvidando todo su sacrificio y dedicación. Entonces vienen consecuencias como la culpa, amargura, dolor. Es por eso que hoy los invito a revisar si hemos actuado bien o por algún motivo hemos tomado malas decisiones. Si es así, acudamos al Señor en busca de perdón y dirección. Nuestras casas al igual que nuestro corazón deben estar llenos de bondad, misericordia y amor, unos con otros.
Pero a pesar de nuestros errores, el Señor SIEMPRE tiene un plan para hacernos volver a su camino y usa esos tropiezos y fallas humanas para que se conviertan en bendición y alegría y obren para nuestro bien. Es el caso de Noemí, quien al saber que ya no había hambruna en Belén, con HUMIDAD decide volver a su casa junto a su nuera Rut. Claro que en ese camino ella ha perdido la alegría y en cambio la AMARGURA ha llenado su corazón. Pero el solo hecho de volver a depender del Señor, garantiza que nuestra vida no va a ser la misma.
Es así como en Belén, de manera providencial Dios provee un esposo para Rut que, aunque venía de un pueblo pagano, DECIDE adorar y seguir al Señor. La historia concluye con el nacimiento de Obed (adorador) quien vino a ser alegría y bendición para Noemí y sus padres. Además, fue el abuelo del rey David. VOLVAMOS NUESTRO CORAZÓN A DIOS Y EL CONVERTIRÁ NUESTRO LAMENTO EN GOZO, NUESTRA AMARGURA EN NUEVA ESPERANZA PARA TI Y TODA TU CASA.
REFLEXIÓN: * Piensa En Alguna Mala Decisión Que Hayas Tomado Y Sus Consecuencias. Con Humildad Pide Perdón Al Señor Y A Tu Familia.
¿Podrías Perdonar A Otros Miembros De Tu Familia Que También Se Han Equivocado?
¿Podrías Ayudarlo A Restaurarse?