Antes que el Señor Jesucristo partiera a la cruz, a la sepultura y resurrección, dio una promesa a sus discípulos y a todos los que llegarían a ser la familia de la fe, promesa que se cumplió tal como Cristo dijo, y que es la más grande bendición con la que cuenta la familia de la fe, y todas las familias creyentes.
Jesús dijo que cuando se fuera, sus seguidores no iban a quedar solos, “les enviaré un consolador y estará con vosotros siempre” (16) La familia de la fe no está abandonada, sino que cuenta con la más bella compañía, con el Espíritu del Señor. Familia ud no está sola, a pesar de las dificultades El Espíritu le acompaña.
Además, “el Consolador, recordaría a la iglesia todo lo que Jesús dijo” (14. 26) es decir, el Espíritu nos recordará toda la obra de Cristo, en otras palabras, actualizará y hará viva la obra de Cristo en el corazón de las familias. Poe eso la presencia de Cristo siempre permanece fresca en la iglesia.
Así mismo, “el Espíritu convencerá de pecado” a las familias (16. 8) El Santo Espíritu de Dios convence a las personas y familias del mal que hacen, del pecado frente a Dios y frente al prójimo, y así guía el Espíritu para que la familia de la fe, viva en santidad y consagrada al Señor.
“Toda la verdad” que la iglesia y las personas deben conocer, tienen a un maestro por excelencia, se llama el Espíritu (16. 13) Él es el máximo pedagogo que conduce a la iglesia a la verdad plena de Jesucristo. En días de tanta confusión para la familia y para los jóvenes, Él es el único que puede traer la verdad a la familia del siglo XXI. Ante la falta de identidad por los modelos de familia trastornados, Es el Espíritu el que puede traer orden en medio del caos familiar (Gén 1. 1-2)
¿Qué significa el Espíritu para usted?
¿El Espíritu Santo es el maestro por excelencia para su familia?
¿Cómo familia, están disfrutando de la presencia del Espíritu Santo?
Ps Mario Villamarin Riaño