El salmista está rodeado de gente mala y perversa y expresa: los injustos me oprimen y mis enemigos me cercan; cierran su corazón con grasa y hablan con labios arrogantes; ¿te has sentido alguna vez así? no te sorprendas, la conducta del ser humano refleja lo que hay en el corazón, cuando este cercado de grasa se vuelve insensible, mal cónyuge, mal hijo, mal padre, mal vecino y mal ciudadano. "Señor danos un corazón nuevo para amarte a ti y ser mejor cristiano y mejor ser humano” Amén.
ICDC Berna